Tras semejante título y tan grandiosa foto, quizá sorprenda al personal leer que estoy totalmente a favor del uso de presentaciones en clase...
Generaciones audiovisuales
Exacto, generaciones, en plural: la nuestra y la de nuestros alumnos. Los expertos llevan años estudiando el efecto de la televisión en nuestras psiques. Nosotros tenemos el lenguaje audiovisual grabado en el cerebro, desde pequeños lo aceptamos como natural y no nos agachamos al ver acercarse un tren de frente en la pantalla. Para nosotros, la imagen es extremadamente importante. ¿Por qué negar lo evidente? ¿Por qué adoptar una posición fetal en el útero de la enseñanza prusiana?
A la generación audiovisual, que no es un término nuevo y a la que que todos nosotros, futuros profesores, pertenecemos, debemos sumar las cualidades del nativo digital, nuestro alumnado. Pero nuestra convivencia no nos convierte en extraños, el lenguaje de los más jóvenes no es más que la evolución del nuestro. Aprovechemos lo que compartimos.
El profesor es un publicista
Aceptémoslo: la mayor parte de los contenidos de nuestra asignatura son poco atractivos. El profesor debe hacer valer el manido aforismo de que la imagen vale más que mil palabras, porque ésta es primordial para unos alumnos que todavía no dominan las últimas.
Tiene que ayudar a sus educandos, llamando su atención, ofreciendo pistas para que no se pierdan, muletas para aprender a estudiar y a aprender. Y una presentación es una ayuda inestimable para estos y otros propósitos. Pero siempre que se haga bien.
Las malas presentaciones
Todos las hemos sufrido en nuestras carnes: "copia-pega" aquí, muro de texto allá, abominable lectura monocorde al pie de la letra tras la esquina, la clase encorsetada a nuestro alrededor. No necesitamos repetir los apuntes monográficos en interminables diapositivas.
Las buenas presentaciones
Una presentación que vale la pena es aquella que guía y ayuda a situarse tanto a docentes como a estudiantes, que evoca las ideas para dotar de estructura a la lección, que dinamiza y permite profundizar o sintetizar, favoreciendo clases vivas y atractivas.
Una estupenda reflexión Axel. Para completar, te animo a comentar la presentación de una compañera del año pasado:
ResponderEliminarhttp://www.slideshare.net/andreairles/no-en-el-power-point
No al PPT
ResponderEliminarHe repetido el enlace porque lo había copiado mal. Y por cierto creo que hay un error en el texto.
EliminarUn saludo
Le echaré un vistazo, parece interesante, a pesar de las faltas.
EliminarRespecto a mi "gravado", se me ha escapado a caso hecho: cruzados mis cables, he desplazado el significado original de "grabar" a "gravar". Arreglado.
Estoy de acuerdo contigo, Axel, sobre la utilidad de este recurso en el aula. El problema, como ya sabemos por nuestra experiencia, es que la aplicación didáctica del Power Point en la mayoría de los casos no es de las mejores. Creo que tendríamos que utilizarlo porque ayuda a dinamizar la clase, pero que también podríamos proponer actividades en las que nuestros alumnos creen presentaciones con este instrumento, para que vayan acostumbrándose a organizar y estructurar los conceptos. Sería una manera de estimular su creatividad y evaluar su comprensión del tema. Además, de esta manera se podría por lo menos introducir la oralidad en el aula de castellano, habilidad que hasta ahora se ha trabajado poco. Hablar en público es una de las destrezas más requeridas no solamnete en el mundo académico y laborar, sino también social. Y sobre las desastrosas consecuencias de las malas presentaciones, te invito a leer esta página: yo no comparto su postura, pero el ejmplo que ponen me parece clarificador.
ResponderEliminarInteresante reflexión Axel, estoy de acuerdo en muchas de las cosas que has señalado. Nos guste o no, lo visual, la cultura de la imagen, en definitiva, forma parte de nuestra realidad, y especialmente de la de nuestros alumnos, que han crecido inmersos en ella, entonces ¿por qué obviarlo? Si lo que perseguimos, como docentes, es que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea útil, valioso y enriquecedor no sólo para nosotros mismos, sino especialmente para nuestro principal cometido: los alumnos, deberemos abogar por adaptarnos a sus necesidades, y entre ellas está la de promover clases más activas, en las que ellos sean realmente los verdaderos protagonistas de su formación, y los profesores guías, orientadores de ese camino.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo con tu exposición, Axel. Está claro que las presentaciones son tan buenas o malas como los docentes que las preparan. Aunque existiendo Slideshare, no tendrían porqué haber presentaciones malas. El único motivo que encuentro para estas últimas es que los docentes que las preparan no puedan resistir la tentación de volcar toda su sabiduría (y sus apuntes) en un PowerPoint para que los alumnos vean todo los conocimientos que poseen. En fin, esperemos que las viejas costumbres dejen paso a las buenas.
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